Terra Alta: pasión por el vino :: El Periódico

La comarca

Terra Alta: pasión por el vino

La cultura vitivinícola tiene una gran tradición en la zona, con una DO propia de alta calidad y las catedrales del vino. Un territorio por explorar.

Por Núria Bonet Icart

Qué más hace falta decir de una tierra en la que las bodegas son bautizadas como catedrales del vino? La comarca de la Terra Alta, todavía agreste y un tanto desconocida, se entrega en cuerpo y alma a una de sus pasiones: la viticultura. Con una antiquísima tradición, esta zona montañosa, situada al sur de la provincia de Tarragona, cuenta con el reconocimiento de la denominación de origen Terra Alta.

Con atractivos históricos y culturales, esta comarca atrae cada vez a más visitantes que se dejan seducir por un paisaje único, unos pueblos todavías marcados por los estragos de la Batalla del Ebro y, sobre todo, por la pasión por la viña, que llevó a sus productores a construir proezas arquitectónicas como son los edificios modernistas de las cooperativas agrícolas. Son las llamadas catedrales del vino y, entre ellas, destacan por su magnitud y belleza las diseñadas por el arquitecto Cèsar Martinell en Gandesa y Pinell de Brai, declaradas Bien de Interés Cultural.

Visitar las cooperativas y bodegas de la zona es algo indispensable, para los amantes del vino y para aquellos que quieran comprender un estilo de vida y una actividad preservada a lo largo de los siglos. Es indispensable iniciar la ruta en Gandesa, la capital de la comarca, donde se aloja la sede del Consejo Regulador de la DO Terra Alta. Allí mismo podemos tratar de agendar una visita guiada a alguna bodega, ya que muchas de ellas solamente abren al público bajo demanda anticipada. En todas ellas tendremos la oportunidad de pasear entre viñedos y de catar algunos de los excelentes caldos que producen con las variantes de la uva garnacha blanca.

Una buena opción puede ser visitar el Celler Arrufí, que ofrece una experiencia de enoturismo familiar con un taller de pintura con vino para los más pequeños. El Celler Altavins ofrece, además de una cata, un paseo por Batea y su núcleo medieval mientras nos cuentan sus leyendas.

La Terra Alta esconde también numerosos encantos, ya sean sus pueblos pintorescos y monumentales como Horta de Sant Joan, Arnes o Batea; ya sea la magnífica naturaleza en el Parque natural de Els Ports; los espacios históricos de la batalla del Ebro o la vía verde de la Terra Alta, en el antiguo trazado del ferrocarril del Valle de Zafán.

Según el directorio de la DO Terra Alta, existen más de 60 bodegas que producen vino tan sólo en esta comarca


El oleoturismo es otro valor al alza en la comarca, dedicada al cultivo y producción de aceite de oliva


Pablo Picasso reflejó la luz de Horta de Sant Joan en sus cuadros cubistas, tras su estancia allí en 1909


En su novela ‘Terra Alta’, el escritor Javier Cercas retrata la comarca. Ganó el Premio Planeta de 2019.

ALOJAMIENTO

Las mejores vistas

Alojarse en la Terra Alta no es un problema, dado que cada vez hay más hoteles y casas rurales con encanto en cualquier punto del recorrido. Destacamos Can Josep, un hotelito familiar ubicado en el corazón de la comarca. Sus vistas a las montañas son impagables y la cocina tradicional completa la experiencia (www.canjosep.com).

GASTRONOMÍA

Clásico renovado

Platos elaborados siguiendo las recetas de la iaia Roseta pero con el toque de modernidad de las nuevas generaciones que han tomado su relevo. En el Nou Moderno de Vilalba dels Arcs, probar los platos típicos de la comarca es todo un placer: la truita en suc, la clotxa o el fricandó de ternera son algunos de los must del local (www.noumoderno.com).

ACTIVIDAD

Restos de la batalla

Pocas visitas son más impactantes que la del Poble Vell de Corbera d’Ebre, un pueblo totalmente destruido por las bombas durante la Guerra Civil. La visita se completa con la muestra permanent al Centre d’Estudis de la Batalla de l’Ebre, en Gandesa, donde se explica la continenda y sus efectos devastadores en una zona con la memoria muy presente.