Una revisión al año no hace daño :: Prensa Ibérica

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Salud masculina: una revisión al año no hace daño

Es fundamental que los hombres tomen conciencia de la importancia de realizarse revisiones periódicas, especialmente a partir de los 50 años, para prevenir enfermedades

Los hombres tienden a cuidarse menos que las mujeres y a hacerse menos pruebas preventivas para el cuidado de su salud. Estamos en noviembre. Movember (Moustache + November), ese mes en el que los hombres se dejan bigote. Pero que tiene un objetivo mucho más profundo que unirse a una moda ya que la intención es concienciar sobre los temas de salud que más afectan a los hombres como el cáncer de próstata, cáncer de testículo o depresión.

¿Cuántos fallecimientos se podrían evitar si se cogieran a tiempo muchas enfermedades? Y es que, como explica el Dr. Francois Peinado, jefe del servicio de Urología del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, hay enfermedades como la presión arterial alta que puede producir severas complicaciones sin tener síntomas. Es importante tenerla controlada porque puede provocar desde una angina de pecho, hasta un infarto de miocardio, un ictus o incluso un accidente cerebrovascular, enfermedad renal, ceguera por el daño de las arterias de la retina y disfunción eréctil.

Igual que las mujeres a partir de los 50 deben realizarse revisiones periódicas en pechos y ovarios, los hombres deben hacérselas en próstata y testículos. Y es que el aumento de la longevidad ha sido motivo de incremento en este tipo de enfermedades. Además de las revisiones, es importante una dieta sana baja en grasas saturadas, evitar la obesidad, no fumar y hacer ejercicio.

Revisiones de próstata

La próstata es el órgano más afectado por enfermedades en hombres a partir de los 50 años, siendo la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y el cáncer de próstata las más comunes. Tal y como apunta el Dr. Francisco Antuña Calle, co-responsable del servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga, “las revisiones urológicas son de vital importancia, no solo para descartar problemas a nivel de la próstata, sino también para evaluar la salud de otros órganos del aparato urinario como los riñones o vejiga”.

Jefes del Servicio de Urología, José Ángel Gómez Pascual y Francisco Antuña Calle

Una revisión es un proceso sencillo. Antuña asegura que en una mañana o una tarde pueden realizar la evaluación completa que consiste en un examen físico, una analítica y una ecografía. A posteriori, si fuese necesario, se completaría con otras pruebas.

Los síntomas más comunes para identificar que podemos tener una patología en la próstata serían la dificultad para iniciar la micción; se orina o tiene ganas de orinar con mayor frecuencia; sensación de vaciado incompleto y urgencia miccional; chorro débil, entrecortado e intermitente; uso de prensa abdominal haciendo fuerza para orinar; y en fases avanzadas, incontinencia con pérdidas urinarias.

HBP, la patología más habitual

La hiperplasia benigna de próstata (HBP) afecta a uno de cada dos varones a partir de los 50 años, cifra que se incrementa a casi el 100% de los casos a partir de los 80 años. Como indica el Dr. José Ángel Gómez Pascual, jefe del servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga, “la hiperplasia benigna de próstata la padecen el 60% de los varones mayores de 60 años, un porcentaje que se acerca al 90% cuando el paciente supera los 75 años de edad”.

Esta patología en un principio es benigna, pero requiere tratamiento. Se trata de un trastorno asociado con la edad y con una alta prevalencia. No es una enfermedad que ponga en riesgo la vida de los pacientes, pero sí que incide de forma significativa en la calidad de vida. El HBP es un agrandamiento de la glándula prostática que ocasiona que la uretra se comprima, reduciendo e incluso llegando a bloquear el flujo de la orina. En el mercado hay un tratamiento farmacológico con alfabloqueantes, pero tienen efectos secundarios como la eyaculación retrograda y pueden perder eficacia con el tiempo.

Hasta hace poco la alternativa más recurrente era un tratamiento con las técnicas clásicas como la cirugía abierta o la resección transuretral (RTU) de la próstata, que también pueden presentar problemas como la incontinencia urinaria, sangrado que requiera de transfusión o la disfunción eréctil y la eyaculación retrograda. Pero ya existen técnicas más avanzadas que evitan muchas de las complicaciones que se presentaban con estas técnicas tradicionales.

El láser HoLEP es el tratamiento mínimamente invasivo más avanzado que no necesita ni bisturí, ni incisión. Según indica el Dr. José Ángel Gómez Pascual, se trata de un láser superior a los anteriormente conocidos por su capacidad de corte y coagulación que permite extraer el tejido crecido de la próstata intacto en su totalidad. Esta técnica consiste en la disección de la glándula prostática hipertrófica mediante una fibra de láser HoLEP. La ventaja de este láser es la creación de una cavidad que no sangra, lo que permite tratar próstatas de cualquier tamaño, incluso de hasta 200 gramos.

Dr. Carlos Suárez Fonseca

Para próstatas de hasta 60 centímetros cúbicos, hay una técnica que recibe el nombre de i-TIND (dispositivo de nitinol implantado temporalmente en inglés). El Dr. Enrique Rijo, miembro del equipo de Urología y responsable de la Unidad de Próstata del Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Barcelona, ha señalado que con esta técnica “se remodela el interior del adenoma de próstata, corrigiendo la obstrucción y permitiendo el paso normal de la orina. Tras cinco días, el dispositivo se retira y de esta forma el paciente recupera la función miccional en sólo unos días".

Esto supone un enfoque completamente nuevo y diferente en el tratamiento de esta patología. Estamos hablando de una intervención muy sencilla, rápida y segura que se realiza bajo anestesia local de forma ambulatoria y tiene duración de menos de 5 minutos. En apenas unos días, el paciente recupera la función miccional sin afectar a la erección, ni a la continencia urinaria, ni a la función eyaculatoria.

Otra de las nuevas aplicaciones consiste en vapor de agua, un nuevo sistema que ha llegado en 2019 a España, pero que en Estados Unidos llevan aplicándose durante 4 años y ya van 35.000 pacientes intervenidos. Se trata de la técnica REZUM que tal y como explica el Dr. Carlos Suárez Fonseca, del Grupo de Urología Avanzada del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, "es una técnica de mínima invasión, podemos intervenir a nuestros pacientes prostáticos de forma ambulatoria, sin anestesia general, de forma rápida y evitando los incómodos efectos sexuales provocados por la toma de medicamentos y el uso de otras técnicas quirúrgicas". Consiste en la inyección intraprostática de vapor de agua, lo que va a provocar una necrosis o muerte celular del tejido prostático que posteriormente el cuerpo absorberá y eliminará, aliviando progresivamente los problemas ocasionados por el crecimiento prostático.

"Es una técnica que sin embargo también tiene sus limitaciones. Solo puede aplicarse en pacientes con próstatas que no superen los 100 gramos. Y aquellos que toman anticoagulantes tampoco podrían ser tratados con ella sin la suspensión previa del tratamiento", explica el Dr. Enrique Rijo.

Cáncer de próstata, el más frecuente entre hombres

Uno de cada tres hombres padecerá cáncer de próstata alguna vez en su vida, con una incidencia en nuestro país de más de 30.000 nuevos casos cada año, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica. El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente entre los hombres y el tercero con mayor mortalidad. También tiene una alta tasa de curación si se detecta a tiempo y se diagnostica rápidamente.

En este sentido cabe señalar que existe una nueva herramienta con una tecnología específica que garantiza la máxima precisión en el diagnóstico de esta patología. Consiste en una nueva técnica que combina en tiempo real la resonancia magnética de próstata multiparamétrica (RMmp) con la ecografía, de forma que se obtienen para la biopsia los tejidos realmente sospechosos.

En primer lugar, se le realiza una resonancia magnética al paciente, con la que el radiólogo podrá detectar áreas sospechosas y clasificarlas según su probabilidad de ser tumorales. Una vez detectadas las lesiones, se realiza una ecografía prostática, introduciendo el ecógrafo por el recto del paciente, para obtener una mejor visión de la zona de la que tomar muestras.

"Fusionando en tiempo real las imágenes de este tipo de resonancia, se consigue aumentar la precisión diagnóstica llegando a una sensibilidad del 92%, superior a la obtenida con ecografía convencional y que obtenemos mientras el paciente está en el quirófano”, apunta el Dr. Miguel Sánchez Encinas, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles.

Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga

Este procedimiento presenta claras ventajas frente a la biopsia clásica que se lleva a cabo en pacientes con riesgo de tener la enfermedad al presentar una elevación del Antígeno Prostático Específico (PSA) superior a 4 nanogramos por mililitro o un tacto rectal sospechoso, mediante la realización de biopsia prostática transrectal donde de forma aleatoria se toman muestras de la zona periférica de la glándula prostática. Pero esta biopsia clásica se realizaba a ciegas, sin tener conocimiento de donde podría alojarse el tumor. Sin embargo, con este nuevo procedimiento se pueden conocer las zonas sospechosas que antes hubieran pasado desapercibidas. De esta forma se lleva a cabo una biopsia por fusión, que diagnóstica más del 95% de tumores agresivos, un 30% más que la biopsia clásica.

"Esta prueba evita problemáticas habituales en la biopsia prostática convencional: disminuye las infecciones y permite llegar a zonas de próstata de difícil acceso, en especial la parte anterior de la glándula, donde pueden existir tumores de comportamiento agresivo y de peor pronóstico, que a veces se suelen diagnosticar tarde y en estado avanzado", puntualiza José Ángel Gómez Pascual, jefe del servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga.

¿Por qué hacer una revisión de la próstata una vez al año?

Un diagnóstico temprano aumenta las opciones de tratamiento y curación del cáncer de próstata. Este es el más frecuente entre los hombres. Por eso, acudir anualmente a una revisión al urólogo, a partir de los 50 años es fundamental. El 90% de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en estas consultas.

Si el paciente comienza a notar síntomas, el Equipo del Doctor Ramírez del Hospital Ruber Internacional de Madrid, ha incluido en su web una calculadora IPSS, es decir, un cuestionario validado a escala internacional de Salud Prostática para que pueda evaluar la gravedad de la sintomatología.