Entrevista al director del área química, José María Solana

Una de cada cinco lavadoras en el mundo usa detergente fabricado con productos de Cepsa

"Todo el mundo conoce mucho a Cepsa, especialmente en España por las estaciones de servicio y las refinerías, pero no se sabe mucho qué es eso de la química de Cepsa y es líder a nivel mundial en materia prima para detergencia", indica José María Solana

Sara Ledo

Millones de personas repostan cada día en las cerca de 1.500 estaciones de servicio de Cepsa en España. La petrolera es conocida en todo el país por sus gasolineras; sin embargo, se ‘cuela’ cada día en los hogares de todo el mundo a través de las lavadorasuna de cada cinco a nivel global utiliza detergente fabricado con materias primas desarrolladas en su área química. “Cepsa Química es la gran desconocida. Todo el mundo conoce mucho a Cepsa, especialmente en España por las estaciones de servicio y las refinerías, pero no se sabe mucho qué es eso de la química de Cepsa y es líder a nivel mundial en materia prima para detergencia, hasta el punto de que tenemos entre el 16% y 18% de la cuota de mercado y aspiramos al 20% en los próximos años”, explica su director, José María Solana, en una entrevista con El Periódico, de Prensa Ibérica, seis meses después de asumir su cargo, el pasado 1 de abril. Antes era el director comercial global de Cepsa Química.

Hace dos años, Cepsa inició el proceso de venta de esta filial, pero tras “barajar opciones” “se desestimó” esta posibilidad para un negocio que ahora se considera “fundamental”. El área química tiene siete plantas de producción, ubicadas en España -una en Palos de la Frontera (Huelva) y otra en Puente Mayorga (Cádiz)-, Canadá, Brasil, Indonesia, Alemania y China, y un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 382 millones en 2022, el 13,4% del total del grupo.

Entre sus productos, además de la materia prima de los detergentes, también está el fenol, del que presumen ser el "número dos mundial" y cuya principal aplicación es el policarbonato, plástico que se utiliza para los coches o las aspas de los aerogeneradores. “También la acetona, que es un producto que se hace con la misma producción. Hay productos en la industria textil, la electrónica, la alimentación, la farmacéutica con la aspirina, por ejemplo”, relata Solana. “Si de alguna manera reinventamos la química, muy basada en productos petroquímicos y la transformamos en una química verde, junto con la transformación energética, el impacto puede ser brutal”, añade.

"No nos podemos permitir una Europa que pague el doble por la energía que el resto del mundo"

Cepsa se encuentra inmersa en su plan estratégico (Positive Motion) con el que prevé invertir unos 8.000 millones de euros hasta 2030 para ser más verde, aunque el negocio de exploración y producción será su principal foco de ingresos. El objetivo es reducir sus emisiones de CO2 en un 55% respecto a 2019 y rebajar la intensidad de carbono de sus productos entre un 15% y un 20% en 2030. “La descarbonización es urgente y prioritaria pero hay que defenderla entre todos y apostar por ella de verdad para que haya una industria en Europa que se diferencie de otras economías que no están apostando por esto”, explica Solana. “No nos podemos permitir una Europa que pague el doble por la energía que el resto del mundo. Tenemos que incentivar la descarbonización y desincentivar la importación de productos que no están descarbonizados”, añade.

Reinventar la química

El primer paso del proceso de transformación es dejar de depender del gas para aumentar su cuota de consumo renovable. “Estamos en un proceso de transformación que nos llevará a depender exclusivamente de energía eléctrica y de energía renovable y de productos descarbonizados”, asegura Solana. Entre esos planes destaca la producción de hidrógeno verde en su refinería de Huelva y San Roque, en Cádiz, en lo que denomina como Valle del Hidrógeno Verde de Andalucía, y que se conectará por barco con Rotterdam (Países Bajos) para exportarlo en forma de amoniaco. “Es un claro avance para independizar Europa”, agrega. Pero también cuentan con otros planes como la construcción de 15 plantas de producción de biometano a partir de residuos.

"Mi gran objetivo, mi apuesta personal, es ayudar a reinventar la química para que en unos años seamos líderes en la gama de productos renovables Next"

Con todo, más allá de su consumo energético, la compañía se marca como objetivo en su área química conseguir que un 30% de sus ventas en 2026 vengan de productos bajos en carbono. “Mi gran objetivo, mi apuesta personal es ayudar a reinventar esta química para que en unos años Cepsa Química sea claramente líder en los productos de la gama que llamamos Next, que son productos hechos con energía renovable o que proceden de productos circulares”, explica Solana. El primer producto Next de Cepsa se lanzó en 2021 y consistía en materia prima para detergente biodegradable de origen renovable. Este año, se ha lanzado Next LAB con materia prima baja en carbono y el año que viene está previsto lanzar el producto con materia prima de origen circular.

“Somos los primeros que han puesto en el mercado ya un producto hecho con residuo vegetal para hacer esa materia prima de detergente. Evidentemente, todavía a escala reducida. Pero ya estamos trabajando con los grandes compañías de detergente del mundo, no solo en Europa sino también en Latinoamérica”, agrega. Lo siguiente será conseguir generar demanda para esos productos, sabiendo que todavía son más caros. “Estos productos cuestan un poco más, pero aspiramos a que sean asequibles. De momento hay poca escala, la materia prima es poca y todavía tiene un cierto sobreprecio”, asegura. 

Debilitamiento industrial

En los dos primeros trimestres de este año, el negocio químico obtuvo unas ganancias de 123 millones, frente a los 216 millones del mismo periodo del año anterior, en medio de un debilitamiento en todo el sector que se inició "en la segunda mitad de 2022", aunque Solana confía en que en 2024 será el año de la recuperación. "Hemos tocado fondo y lo lógico es que durante 2024 vayamos viendo una recuperación. La duda es a qué velocidad ocurre y con qué pendiente, en función de cómo se resuelven los conflictos geopolíticos y de cómo va evolucionando la inflación y los tipos de interés. Pero todo apunta a que 2024 será un año de recuperación", confía Solana, que añade que en el caso de Cepsa están siendo capaces de mantenerse "en un nivel razonablemente bueno a pesar de la situación en el sector".